• on 17 agosto, 2015

87 años sirviendo en Gûna Yala

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La despedida de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada de la Zona Misionera de Guna Yala estuvo con algunos rostros tristes y lágrimas que salían de algunos nativos de la comarca de Guna Yala. El pasado 2 de agosto donde se realizó la eucaristía en acción de gracias por los 87 años de presencia de la hermanas Franciscanas de María Inmaculada, presidida por Mons. Manuel Ochogavía.

El 19 de septiembre de 1928 la misión de San Blas, hoy, Guna Yala,  las Hermanas han sido transmisoras del espíritu de la Madre Caridad. Desde los inicios, innumerables sacrificios se han dado en esta misión.  Desde la lejanía para comunicarse con las Hermanas del resto de la República, hasta privaciones de toda índole, a causa de la dificultad en los medios de comunicación, y los viajes por mar a las diferentes islas, no han dejado de tener su peligro.  Por eso, hoy reconocemos con sano orgullo el mérito de estas Hermanas misioneras, que han hecho honor al carisma misionero de la Madre Caridad. Además de las catequesis y las clases académicas, en la escuela se daba música:   piano, cítara, violín y acordeón. 

Por otra parte, se impartían clases de bordado y tejido a madres de familia y  jóvenes del lugar.  De casi todos los pueblos de la Comarca venían alumnos a la Escuela de Narganá para instruirse. Han pasado por esta misión muchas Hermanas de las cuales mencionamos algunas en  este día significativo. La madre Clementina, Muu Clementina como era llamada, fue y es un símbolo para el pueblo Guna, luego de 52 años de trabajo misionero.

La  Hermana Rosa María Soto con 45 años de labor en el campo de la educación. Después de 87 años de misión en las Islas, la Congregación toma la decisión de retirar su presencia en este pueblo, en esta cultura tan querida y amada por todas las Hermanas para visionar nuevos horizontes misioneros en Costa Abajo, Colón, donde sentimos el llamado de la Iglesia. Gracias le damos a todos los sacerdotes que nos enseñaron y apoyaron en la misión, a todos los agentes de pastoral que de mil maneras nos apoyaron y con los que se formó el equipo EMISKY.

Todo por amor a Dios y como Él lo quiere.(Beata Sor Caridad)
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