La puerta es generosamente abierta, pero nosotros debemos valerosamente cruzar el umbral, no debe ser forzada, al contrario, se pide permiso, porque la hospitalidad resplandece en la libertad de la acogida. Como parte de las celebraciones en el Año Jubilar de la Misericordia, los feligreses de la Parroquia Inmaculado Corazón de María en Espinar y la Capilla Nuestra Señora de Guadalupe en Davis, visitaron la Parroquia Niño Jesús de Praga en la comunidad de Buena Vista, designada por nuestro obispo, Manuel Ochogavía, como una de las Puerta Santa, en este Año de la Misericordia.
En un momento muy espiritual, desde su llegada los peregrinos rezaron el Santo Rosario por diversas necesidades por las calles de la comunidad de Buena Vista, antes de recibir de parte del Padre Ramón Buriticá, párroco del lugar, la charla explicativa y completa sobre el significado de la Puerta Santa y cómo se puede lograr la indulgencia plenaria.
Los peregrinos pudieron aclarar muchas dudas sobre qué es una indulgencia plenaria y cómo aplica a los distintos modos de vida de cada uno y, saber que no solo consistía en confesarse y visitar uno de los sitios destinados, sino de realizar una obra de misericordia y llevar una vida a imagen de Dios.
Al llegar al momento de atravesar la Puerta Santa, unidos a las intenciones del Santo Padre, era evidente la alegría de los peregrinos, al poder cumplir con esta misión.
La visita concluyó con la Santa Eucaristía, con una reflexión sobre la misericordia.